domingo, 14 de diciembre de 2014

Trabajos de 1° ESB

Los alumnos de 1° ESB, asesorados por la profesora Laura Gareis, realizaron una actividad de poslectura, luego de la lectura y análisis de la obra literaria "Azabache" de Anna Sewell. Consostió en producir una nueva versión destinada a diferentes grupos etarios.

AZABACHE
Había una vez un caballo llamado Azabache que era muy bueno. Tenía una madre que siempre le decía que sea como ella y su abuelo, muy amable y respetuoso.
Un día estaba jugando con sus amigos, se mordían, pateaban y correteaban por todo el campo. Cuando llegó su madre de trabajar con su amo, se enojó mucho y lo reprendió diciéndole que se acuerde de los consejos que le enseñó de chiquito, porque algún día sería joven y tendría que trabajar en el carruaje como ella lo hacía. D e lo contrario por ser un caballo malo, el amo lo vendería para hacer otros trabajos más forzados y con personas que no lo tratarían tan bien como  él. Azabache sintió tanto miedo que le prometió a su mamá que no lo haría más. Así fue creciendo en los hermosos campos verdes rodeados por una gran laguna azul. Donde bebía el agua limpia junto a sus amigos caballos.
Cuando era joven su amo le enseñó a tirar de  carruajes como lo hacían todos los caballos adultos. Su mamá que ya estaba grande se sintió orgullosa de su hijo.
 Fue así que Azabache tomó el lugar de su mamá trabajando y sintiéndose muy feliz.
                                                                                 Matías Viglianco








AZABACHE
Una vez en un campo con muchos árboles y  un estanque, vivía un caballo llamado Azabache. Él estaba siempre con su madre, comía, corría, y sobre las noches dormía junto a ella.
Cerca de él había seis potrillos, que eran más grandes, hacían cosas juntos, pero un día vio que ellos empezaron a dar mordiscos y a cocear, entonces su madre le dijo ¨Nunca hagas eso, tu tienes que hacer la tarea con buena voluntad¨.
Su amo era muy bueno y amable, él le puso el nombre “Negrito” era por el color de su pelaje.
Cuando cumplió cuatro años vino un amigo del amo llamado señor Gordon, lo miró, se fijó sus patas, boca y sus ojos, lo hizo correr un poco.
Su amo no quería que lo lastimaran o lo asusten. Ellos querían que se acostumbrara a usar la montura, cabezada, arnés, brida y a quedarse quieto. Al día siguiente que lo adriestaron lo llevaron a una granja, siempre recordaba a su amigo llamado “Capitán”,  que había fallecido.
Él también tuvo una vida complicada, lo trasladaban de aquí para allá, nunca fue feliz como ese día que lo compraron unas señoritas llamadas Blomefield y Ellen.
Lo instalaron en un establo muy cómodo, lo alimentaron y lo dejaron solo. El mozo mientras lo lavaba le pareció notar como si tuviera la misma estrella que tenía Azabache, hasta que lo miró y dijo ¡eres Azabache! , ¿no te acuerdas de mí?, soy Joe Green.
Él estaba muy feliz de encontrarlo de nuevo, sus amas lo vieron feliz y le dijeron: -“Joe, quédate tranquilo, si es tu amigo no lo Venderemos no te tienes que preocupar. Desde ese día Joe estuvo muy contento.

                                                      FIN
Carol Steinbach



AZABACHE

1_ MI PRIMER HOGAR

El primer hogar donde viví fue muy agradable, con mucho espacio por eso  podía jugar con los demás caballos.
Mi madre se llamaba Pampita, así le había puesto nuestro ama. Ella era muy buena con todos. Nos daba de comer avena y maíz, que a nosotros nos encantaba.
Antonia, así era como se llamaba, siempre por la tarde salía con mi madre a  cabalgar por la pradera.
Bueno, ahora voy a contarles un poco de mí, soy negro como el azabache, muy tímido, pero capaz. Mi pasión era correr, por eso siempre hacíamos competencias con mis amigos.
El caballo que yo admiraba se llamaba Escopeta. Él era el mejor de todo el mundo, más rápido que una liebre. Los demás caballos corredores le tenían mucha envidia, por ser el más destacado.

2_ MI TRAVESURA POR EL CAMPO

Un día soleado mi mamá había salido con nuestro ama.
Yo estaba jugando con mis amigos, a uno se le ocurrió una travesura, que a todos les encantó.
Esa era hacer un recorrido por los campos vecinos, para conocer más el lugar.
Yo no estaba muy conforme, porque era peligroso. Pero bueno, me convencieron.
 Salimos costeando junto al alambrado, para ver si había uno roto,  por donde salir. Una vez que encontramos, salimos todos.
 Primero recorrimos el primer campo, ahí solo había tres vacas, muy viejas.
En el segundo había solamente una casa y muchos perros.
Y en el último que visitamos, porque ya queríamos volver, había muchas yeguas bonitas. Todos nos quedamos deslumbrados por su belleza. Nos quedamos un rato y volvimos a nuestro campo. Cuando llegamos nos estaba esperando nuestra ama, por cierto muy preocupada y enojada, a mí también me estaba esperando mi mamá.
Luego nos encerraron en otro campo bien cercado. Pero yo no entré, me estaba esperando mi madre afuera.

3_ LOS CONSEJOS DE MI MADRE

Cuando llegué, pensé que estaba muy enojada, pero no fue así. Sólo me dio buenos consejos para que no lo vuelva a hacer más, porque era peligroso y nuestro ama no lo merecía.
Además me dijo que no siempre iba a tener dueños buenos, que también habría malos, pero siempre debía obedecerlos. De esta manera nunca más me escapé.
 Luego llegué al corral y mis amigos me preguntaron si me había regañado, yo les dije que no, solamente me había dado buenos consejos para ser un buen caballo.

4_ MI GRAN SUEÑO

Cómo les dije antes, mi gran sueño era correr. A mi madre le encantaba que tuviera ese deseo, porque mi padre también había sido un gran caballo de carrera. Por eso sería un orgullo que fuera como él.
Mi madre quería que cumpla ese sueño tan esperado, que sea el mejor, ella me tenía mucha fe, junto con todos mis amigos.
Me apoyaban en todo lo yo quisiera emprender.
Todas las noches, mirando la luna, me veía corriendo en esas pistas tan maravillosas, que solo yo las imaginaba.
Era un sueño que no podía evitar.

5_ DÍA INESPERADO

Un día por la mañana muy temprano, llegó un hombre de estatura alta, de buena estampa, que nunca lo había visto por aquí.
Él se llamaba Robert Sewell. Era amigo del tío del alma, ella le preguntó que necesitaba, entonces el hombre le dijo que tenía que hacerle una oferta, luego entraron adentro y no pude escuchar más.
Pasadas algunas horas volvieron a salir y pude escuchar algo, que me impresionó mucho. Lo que habían hablado era que Robert me quería comprar para correr, ya que veía en mí la sangre de corredor.
Antonia lo pensó mucho, pero necesitaba el dinero para su padre. Entonces decidió venderme, yo no estaba tan feliz, tenía que abandonar a mi madre y a mis amigos, pero por otro lado iba a cumplir mi sueño.

6_ COMIENZO DE UNA NUEVA VIDA
Cuando todos se enteraron de la noticia se pusieron muy tristes, sobre todo mi madre.
Luego ella me llamó y me dijo:-¡ Hijo, nunca te olvidaré, siempre estarás  en mi corazón!-
 Me puse muy feliz con sus palabras, además me despidieron mis amigos muy emocionados, entonces les dije:-¡Siempre estarán conmigo en cada carrera!.
A la tarde llegó un hombre llamado Marcelo, que a simple vista tenía aspecto de ser buena persona. Antonia le recalcó que me cuide mucho, porque no había caballos como yo. Dí el último adiós a todos y me subieron al tráiler.
Durante el viaje me dieron de comer maíz y avena. Más tarde paramos en un lugar con muchos árboles. Mientras que descansaban, pensaba cómo iba a ser mi nueva vida. Luego de un rato llegamos por fin a mi nuevo hogar.

7_ MI NUEVA RESIDENCIA
La nueva casa donde me llevó era mucho más grande que la de antes, cada caballo tenía su caballeriza. En ese lugar había solamente cuatro caballos muy extraños, ellos estaban parados y molestos por mi llegada.
Por la tarde llegó Robert y le ordenó a Marcelo que comience con mi adiestramiento.
Él siguió sus órdenes, una hora más tarde trajo con él elementos que se le colocan a un caballo. Yo estaba muy feliz, por fin iba a poder correr. Él me enseñó a acostumbrarme a usar la montura, la brida, y llevar con docilidad a un hombre o una mujer.
Luego también me acostumbré al cabestro, al freno, y a ser conducido con suavidad por el campo y los caminos.

8_ PRIMER CARRERA

Luego de un largo tiempo de adiestramiento, al fin estuve listo para correr mi primer carrera. Estaba muy emocionado.
Cuando llegó ese día me llevaron al hipódromo. Era un lugar muy grande con muchos asientos, con una larga pista de tierra.
Mi jockey se llamaba Manuel, tenía apariencia de ser buena persona. Después de un rato nos pusieron en la gatera para poder empezar así la carrera.
Cuando la abrieron salí con toda mi furia, me encontraba en primer lugar, cuando quise ver ya estaba en la meta. Todos estaban muy contentos y olas de aplausos recibí, me dieron una medalla, una copa, y me sacaron varias fotos para tener de recuerdo mi primera victoria.

9_ EL ACCIDENTE
Después de muchos triunfos en las carreras, un día como cualquier otro de competencia, se largó la carrera, unos de los caballos que concursaba conmigo empezó a empujarme contra un costado, cuando me dio un empujón muy fuerte, caí al suelo. Enseguida vinieron a ayudarme, sobre todo una veterinaria llamada Juana.
Me llevaron a un galpón, donde me revisaron mis rodillas, éstas estaban peladas y sangraban mucho. Por suerte mi jockey estaba bien.
Me las vendaron y me trasladaron hacia mi hogar.  Luego me sedaron.
Al día siguiente volvió Juana, me revisó y habló con mi dueño, le dijo que tenía que estar en reposo durante varios meses hasta que estuviera en buenas condiciones.
Robert no estaba muy feliz, pero decidió venderme. La veterinaria me compró muy entusiasmada y me llevó a su campo.

10_ Juana Green

  Ella era mi nueva dueña, muy buena, simpática y tenía un amor inmenso por nosotros, los caballos.
Su campo era muy grande, había dos caballos. Juana me introdujo en una caballeriza con demasiado espacio y muy cómoda. Me cuidaba mucho y me transmitía demasiado cariño. Pasaron los meses y mejoré, su ayudante llamado Joe me sacaba a cabalgar cuando mi dueña no estaba.
Luego de mejorarme del todo, volví a ser el de antes, gané todas las carreras y logré pasar a la final.
Juana estaba muy contenta. Dos meses antes de la competencia, conocí a mi contrincante. No sabía quién era, pero cuando llegó a mi hogar, no lo podía creer, era el famoso Escopeta.
Nos hicimos muy buenos amigos. Conversamos sobre estrategias utilizadas para la carrera.



11_LA FINAL
Después de mucho tiempo de práctica, llegó el gran día, ya con solo estar ahí se cumplía mi sueño.
Fuimos muy temprano al hipódromo. Luego de unas horas, que por cierto se me hicieron eternas, empezó la carrera, estábamos preparados. Mi dueña, muy contenta como siempre, alentándome.
Cuando largaron la carrera, corrí todo lo que pude, dejé mi corazón en la pista, en ese momento se me volvieron recuerdos a mi mente de mi madre y amigos,  que me decían que gane y cumpla con mis sueños.
Con lo que me acordé, puse toda mi fuerza y por muy poco pude ganar. No podía explicar la felicidad que sentía. Todos se acercaron a halagarme, sobre todo mi dueña, ella estaba muy emocionada. Escopeta me felicitó por mi trayectoria y victoria.
Pensé otra vez en mi familia y dije:-¡Sueño cumplido!
Y así siguió mi vida, llena de amor y felicidad.

                                                                                            Juana Peinado





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